Los motetes isorrítmicos de Dufay son en su mayoría ceremoniales o para conmemorar algún hecho importante, como la toma de Constantinopla por los turcos.

Fue, de hecho, Petrus de Cruce quien expandió la notación inventada por Franco de Colonia, agrupando hasta 7 semibreves en lugar de una breve, con lo que obtenía la sonoridad tan particular de sus motetes.

Desde el principio del siglo XV nace este nuevo motete con un mismo texto en latín para todas las voces, tomado de alguna parte de la Biblia. Esta característica perdura en la historia del motete durante varios siglos.

Esta sonoridad por terceras, con el tiempo, se convirtió poco a poco a una organización tonal. En el siglo XVI se tuvieron que agregar dos nuevos modos al sistema teórico para explicar toda la música que se hacía en lo que hoy llamamos la escala mayor y la escala menor.

Esta nueva técnica de composición está relacionada con el impacto de la retórica musical y la importancia del texto en la música.